lunes, junio 24, 2013

Ciudadela vive con esplendor y pasión las fiestas de Sant Joan


CIUDADELA.- La población de Ciutadella de Menorca vive con todo su esplendor y pasión las fiestas de Sant Joan 2013, con la afluencia de 30.000 visitantes que colapsan la ciudad; y los 171 jinetes -caixers y cavallers- con sus caballos de raza menorquina como protagonistas de excepción.

La Medina Menurka musulmana, hoy sede episcopal de la diócesis de Menorca, vive y revive el sentido de una fiesta de origen religioso, que coincide con el solsticio de verano, y se basa en unos protocolos no escritos, transmitidos oralmente durante generaciones de padres a hijos.
Una multitud, ha invadido las calles de la ciudad, ha participado, hasta las 4 de la madrugada en los actos que empezaron a las 14 horas de ayer con el "primer toc", el caragol des Born, el oficio religioso en la ermita de Sant Joan de Missa, y los caragols nocturnos de Ses Voltes y Santa Clara.
El Caixer Senyor de este año, Simón de Olivar Vivó, que monta en representación del titular, su tío Carlos de Olivar Despujol, ha ofrecido a las 3 de la madrugada en Can Olivar de davant l'Esglesia, en la plaza de la Catedral, la beguda protocolaria a los 171 jinetes -los seis miembros de la Junta de Caixers del bienio y 167 "cavallers", todos ellos payeses- que montan con 245 caballos, en su gran mayoría, de raza menorquina, que participan en las fiestas de este año.
A las 8 de la mañana ha acudido el fabioler suplente, Juanlu Gelabert, a la residencia del Caixer Senyor y ha solicitado la autorización para iniciar el "replec" (recogida) de los jinetes que forman la "colcada" de la mañana.
El permiso ha sido concedido por José Manuel de Olivar Picó, de 8 años, hijo del Caixer Senyor. Ha vuelto a sonar el "tambor i fabiol".
Las calles y plazas del casco antiguo de Ciutadella, donde circula la comitiva equina, están alfombradas con cien toneladas de arena para evitar resbalones y caídas de los cuadrúpedos.
Durante esta mañana se celebraron las pruebas de los "jocs i corregudes des Pla", los "caragols" de Ses Voltes y Santa Clara; la Missa dels Caixers al mediodía en la Catedral; y por la tarde, "sa convidada", acto en el que el Caixer Senyor invita al alcalde, José María de Sintas, y la corporación municipal a presenciar los juegos ecuestres en Es Pla de Sant Joan.
Consisten en "rompre ses carotes", "córrer abracats" (dos jinetes que corren abrazados al galope entre la multitud, y "correr s'ensortilla".
En esta última suerte el jinete al galope debe acertar un aro que cuelga de una maroma en Es Pla.
Son los momentos que entrañan mayor riesgo dado que miles de personas se aglomeran en el reducido espacio de Es Pla de Sant Joan, situado al final del puerto.
En el dispositivo de seguridad montado por el Ayuntamiento de Ciutadella para garantizar el orden y la circulación rodada, así como el estacionamiento, participan más de 500 personas, entre agentes de la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos, y agentes procedentes de otros municipios.
También intervinene un grupo de voluntarios que se encarga de "obrir pas" y formar un pasillo entre la multitud en Es Pla para que los jinetes puedan correr al galope, lo que evita accidentes.
Todas las calles del casco antiguo de Ciutadella, por las que discurre la comitiva de "caixers i cavallers", permanecen cerradas al tráfico rodado.
Las fiestas proseguirán hasta bien entrada la madrugada, y concluirán sobre las 4 horas de mañana martes, Dia de Sant Joanet, con el "darrer toc" en la despedida del Caixer Capellà y la protocolaria frase que se intercambiarán los cavallers de "fins un altre any, si Déu vol".